La Sección Primera de la Audiencia Provincial acogió ayer el último capítulo judicial del conocido como caso Maikel, el crimen más sanguinario de los últimos tiempos en la provincia: el de Miguel Navarro Fernández. Fiscalía, acusaciones particulares y defensas acudieron a una vista para la revisión de las penas impuestas a los dos adolescentes condenados por el asesinato --solicitada por los letrados de la defensa--. Una cita a la que no acudieron los sentenciados --de 15 y 18 años--, quienes se encuentran, desde su detención, en un centro de menores.
Según ha podido saber Mediterráneo, el Ministerio Público y los abogados de la familia de la víctima solicitaron a la Audiencia que se confirmara la sentencia dictada en septiembre por el Juzgado de Menores de Castellón, que impuso a los asesinos cinco y ocho años de internamiento y el pago de 620.000 euros para los padres, hermanos, pareja sentimental y los dos hijos del fallecido.
Por su parte, las defensas, que recurrieron el fallo dictado en el 2017, piden al máximo órgano judicial de Castellón que revoque la sentencia y rebaje las indemnizaciones que deben afrontar los padres de los asesinos --debido a la juventud de estos-- y sus compañías aseguradoras. Tal y como expusieron ayer durante la vista, que se celebró a puerta cerrada y duró más o menos una hora, los condenados solo quieren indemnizar a uno de los dos hijos de Miguel Navarro (el menor que lleva sus apellidos), aunque en cantidad inferior a la fijada por la jueza de Menores --130.000 euros--.
Así, solicitan no tener que pagar indemnización alguna a la pareja del fallecido --a quien la jueza otorgó 120.000 euros--, a su otro descendiente --quien debía recibir otros 130.000--, y a sus padres --con 70.000 euros estipulados-- y a sus cinco hermanos --que debían percibir 20.000 cada uno--.
La Audiencia analizará en los próximos días las peticiones y decidirá si confirma la sentencia ya dictada o la revoca ahora.
Cabe recordar que un tercer implicado, mayor de edad, está en prisión a la espera de juicio.
