A mi mujer le ha destrozado la vida. Toma pastillas, tiene insomnio y miedo continuo a salir. Solo pensar que el hombre que la atacó pueda volver a la calle es una tortura”. Así relató ayer el marido de la vecina de Moncofa que fue brutalmente golpeada con una maza en plena calle cómo es la vida de su esposa desde que hace dos años resultara herida grave a manos del joven Francisco M., acusado de tentativa de homicidio.

“Recuerdo que la vi en el suelo, sobre un charco de sangre, prácticamente estaba muerta. Menos mal que unas personas la auxiliaron”, explicó su esposo.

El tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial celebró ayer el juicio por unos hechos que sucedieron el 3 de agosto del 2014 y por los que Francisco M. se encuentra en prisión provisional.

El acusado conocía a la víctima. Ella era la dueña del local en el que los padres del joven habían montado un supermercado en la playa de Moncofa. Sobre las 8.00 horas, se la cruzó por la calle y la atacó repetidamente con una maza de plástico, que cogió de la carnicería del establecimiento.

“Solo me acuerdo de que iba agachada, paseando a mis perros, y noté que me dio. Me empezó a dar golpes y ya no recuerdo más que oír a la gente decir ‘se desangrará”, expresó la afectada, quien aseguró que Francisco M. la sujetaba de un brazo para que no huyera y dijo creer que él “quería acabar lo que empezó”.

La golpeó con fuerza en la cabeza y los brazos y la pateó. Así lo reconoció él mismo, quien ayer aseguró en la sala que ella le “increpó” y él se alteró y perdíó el “control” de su cabeza. Francisco M., que tiene ahora 24 años, se mostró “muy arrepentido” de su agresión y dijo estar dispuesto “a pedir perdón a la víctima y a su familia”. También declaró el vecino que, tras observar el ataque desde el balcón de su casa, bajó a la calle para detener la agresión, logrando sujetar a Francisco M. hasta la llegada de los agentes.

Asimismo, explicó lo sucedido otro vecino, estudiante de Medicina, quien hizo acopio de varias toallas para detener la hemorragia y, junto con un auxiliar de enfermería, le colocaron una vía antes de que llegara la ambulancia. H