Bernardo Montoya, asesino confeso de la profesora zamorana Laura Luelmo en El Campillo (Huelva), ha cambiado ahora la versión en una nueva confesión ante los funcionarios de la prisión y ha acusado a una exnovia de haber acabado con la vida de la joven. «Decidí autoinculparme para librar a mi exnovia de la cárcel. Yo ya estoy acostumbrado a esta vida. Pero no me voy a comer el marrón de Josefa», relató según el programa de Antena 3 TV Espejo Público ante los trabajadores de la cárcel en la que ahora está aislado.

Montoya relata que se encontró a Laura Luelmo y a su expareja discutiendo en su casa: «En ese momento Josefa le propina un golpe en la cara con un palo de escoba. Laura cae al suelo y grita pidiendo ayuda. Yo acabo de salir de la cárcel y no quiero más líos, así que la maniato y la llevo al dormitorio, cuando vuelve a aparecer Josefa y es ella quien la mata con un martillo».