El vecino de Castelló de 75 años que el pasado seis de septiembre resultó herido tras caer accidentalmente sobre una quema que realizaba en el camí Fondo de la capital, finalmente, ha perdido la vida tras varios días de hospitalización en La Fe de València. Así lo han confirmado a Mediterráneo desde la Unidad de Quemados del hospital valenciano, al que la víctima fue evacuada con quemaduras de tercer grado en el 80% de su cuerpo. Trágicamente, no ha podido superar las graves lesiones que padecía.

La víctima estaba sola en un huerto de naranjos cuando sucedieron los hechos, sobre las 8.30 horas. Las llamas de una quema de restos de poda se descontrolaron y él intentó apagarlas.

Con el nerviosismo propio de la situación y la voluntad de actuar con rapidez, el varón se tropezó y fue a caer sobre el fuego, según explicaron fuentes policiales a este periódico. El incendio le provocó graves heridas en todo el cuerpo y los medios desplazados al lugar encontraron al hombre malherido en el suelo, como avanzó entonces este diario.

Las llamas continuaron devorando árboles a su paso hasta que calcinaron por completo toda la finca vallada en la que se encontraba el hombre. Fue un vecino de la zona quien dio, precisamente, el aviso al 112 al ver la gran humareda que salía del huerto.

Agentes de la Policía Local de Castelló, efectivos de la Nacional, bomberos municipales y medios sanitarios se trasladaron a la zona al recibir la alerta. El Servicio de Atención Médica de Urgencia (SAMU) atendió a la víctima y la estabilizó. Viendo la gravedad de sus quemaduras, que eran de tercer grado, decidió evacuarlo en helicóptero medicalizado hasta el Hospital La Fe de València.

La Policía Nacional inició el día seis una investigación para esclarecer las causas del suceso, aunque la principal hipótesis apuntó, desde el principio, a un desafortunado traspiés del herido.

El fuego se cobra cada año nuevas víctimas en la provincia. Un joven de 29 años, natural de Sant Joan de Moró, falleció por inhalación de humo en el incendio de su piso de la calle Lepanto de Castelló el pasado mes de enero, convirtiéndose en la primera víctima mortal del 2019.

Posteriormente, en abril, un vecino de Burriana de 69 años murió tras ocho días ingresado en el Hospital la Plana de Vila-real, como consecuencia de un escape en un frigorífico de gas butano. El varón y otras dos mujeres de su familia (de 66 y 96 años) fueron encontrados, inconscientes y tirados en el suelo, en su casa de campo de la partida Secanet de Burriana. Los médicos descubrieron que tenía un 29% de monóxido de carbono en el cuerpo, cuando lo normal ronda el 2%.