Un conductor de una bicicleta que se dedicaba al reparto de comida a domicilio de 22 años falleció en la noche del sábado, en el centro de Barcelona, al ser atropellado por un camión del servicio de limpieza, según informaron fuentes de la Guardia Urbana de la capital catalana.

Hasta el lugar se desplazó un equipo de emergencia que no pudo hacer nada por salvar la vida del ciclista, así como varias patrullas de la Guardia Urbana, que crearon un cordón de seguridad para desviar el tráfico en la zona. Los agentes municipales se han hecho cargo de la investigación y la tramitación del atestado.

protesta // Tras el trágico suceso, ayer, unos 80 compañeros del repartidor de Glovo fallecido se concentraron frente al centro de operaciones de la empresa y cortaron la calle con sus bicicletas y una hoguera hecha con sus bolsas de trabajo. Los concentrados mostraron su indignación por las condiciones de trabajo.

«Sabíamos que esto pasaría antes o después porque este modelo de negocio te obliga a trabajar muchas horas», indica Javier Morata, extrabajador de esta empresa. «Somos los nuevos esclavos del siglo XXI. Trabajamos en unas condiciones indignas y el cansancio provoca accidentes», señala un trabajador nepalí que no ha querido dar su nombre, pero asegura que conocía al fallecido y que era compatriota suyo.

«Los inmigrantes todavía cobran menos que los nacionales», aclaró Morata, «porque como no tienen papeles no facturan directamente a la empresa sino que lo hacen a través de intermediarios que se llevan una comisión», denuncia este exempleado.

Por su parte, desde Glovo aseguran que está «colaborando estrechamente con las autoridades para determinar las causas de este lamentable suceso», además de intentar contactar con la familia para transmitirle su apoyo y condolencias. «En cuanto se esclarezcan los hechos iniciaremos los trámites para activar el seguro privado que cubre la actividad», señalan desde la empresa de reparto de comida.