Tragedia en Viver. Un hombre de 63 años falleció ayer mientras cogía agua en la fuente de Mosén Villar de la localidad después de que le cayera encima una rama de grandes dimensiones. Su esposa, con la que se encontraba en ese momento, también sufrió el impacto y resultó herida leve.

Los hechos ocurrieron pasadas las diez de la mañana. El matrimonio, residente en Sagunto, estaba rellenando garrafas de agua, cuando, sin viento ni ninguna otra condición meteorológica adversa, una rama del chopo que se halla al lado de la fuente se desprendió cayendo sobre la pareja.

El tallo del tronco golpeó al hombre en la espalda y lo arrojó contra el bordillo de la acera, dándose un tremendo golpe en la cabeza que le ocasionó la muerte al instante. Por su parte, la mujer sufrió una herida en un brazo, de escasa consideración, según los personales sanitarios que la atendieron, y no necesitó ser trasladada de urgencia al hospital.

Los gritos de auxilio alertaron a una vecina que estaba desayunando en una vivienda cercana, la cual llamó al servicio de emergencias. Al parecer, la rotura de la rama no produjo ningún ruido.

Inmediatamente, se presentaron en el lugar una ambulancia de Soporte Vital Básico y una SAMU que no pudieron hacer más que certificar la defunción.

VISITANTES ASIDUOS // De acuerdo al testimonio del alcalde de Viver, Vicente Joaquín Martín, el matrimonio viajaba a Viver todas las semanas desde Sagunto para abastecerse de agua de la mencionada fuente, tal como hacen otras numerosas personas que valoran la calidad de este manantial, ubicado en el casco urbano de la villa, pero en la parte alta de la población y hacia sus afueras. En la localidad tenían unos amigos que se encuentran de viaje, así que su visita se debía al exclusivo fin de proveerse de agua.

El munícipe señaló que el chopo, de mucha antigüedad y envergadura, estaba sometido a tratamiento y apuntó que “se trata de un ejemplar protegido y no nos dejan cortar la ramas grandes”, aunque precisó que no había constancia de la existencia de ningún tipo de peligro.

Después de que la Policía Judicial y el Juzgado de Segorbe levantaran el cadáver, empleados municipales procedieron a acordonar la zona --a expensas de las comprobaciones que pueda hacer el seguro--, limpiar la sangre que había quedado en el recinto y retirar las ramas que obstaculizaban el paso a la fuente. H