Una niña de 4 años murió ayer ahogada en la piscina municipal de Ripoll durante una actividad escolar de natación. La menor, alumna de educación infantil de la escuela pública Pirineu de Campdevànol (Ripollès), participaba en un cursillo de natación con otros 26 niños de la clase. En el momento del suceso, se encontraban en el lugar cinco profesores y cuatro monitores con titulación de socorrismo.

Con este caso, y el de otro menor que falleció en Órgiva (Granada), también acaecido ayer, son ya cuatro los niños de corta edad que han muerto ahogados en España en lo que va de año. En el 2016 fueron 14 los menores que perdieron la vida en piscinas, ríos o playas, según el registro de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo.

El niño fallecido en Granada, también de 4 años, murió al caer al interior de una alberca en un cortijo. El menor, de nacionalidad británica, fue rescatado sin vida por su propio padre, que en el momento de la tragedia se encontraba arando en la finca donde se produjo el suceso.

intentos infructuosos // El hombre se tiró al agua para sacar al pequeño de la alberca y lo trasladó por sus propios medios hasta el centro de salud de Órgiva. Los servicios sanitarios, que acudieron al encuentro del menor y lo atendieron con inmediatez en plena calle, no pudieron hacer nada por su vida.

Los siniestros de este tipo suelen producirse con la llegada del verano, señala la federación, que alerta de que muchos de los fallecimientos de menores se producen sobre todo en las piscinas privadas, muchas sin vigilante.

Entre los muertos de este 2017 se encuentra un niño de 3 años, que fue hallado en una alberca situada en las inmediaciones de la Cuesta de Cantalobos, un espacio rural conocido como Río Seco, en la localidad granadina de Almuñécar, y otro de la misma edad, que se cayó a la piscina de una vivienda en la urbanización El Bosque, en Chiva (Valencia). Ambos siniestros ocurrieron durante el pasado mes de abril.