La mujer que el pasado lunes mató a su hija de 10 años en su domicilio de Girona confesó su crimen al periodista Albert Soler, del Diari de Girona, de Prensa Ibérica. Así lo relató él mismo en una crónica en la que explica que la mujer le envió un mensaje vía Messenger avisándole de que le había dado a la niña «pastillas para dormir» y que después la había «ahogado en la bañera». Así cuenta Soler cómo fue el intercambio de mensajes: «Me preguntaré muchas veces, durante los años que vienen, por qué me tocó a mí. Por qué, de entre todas las amistades reales y virtuales, Maria Àngels me eligió a mí, un virtual que no pasa de conocido, para, exactamente a las 14.18 horas -yo y mis hijos en el sofá, mirando la TV-, escribirme por Messenger: Hola Albert. He matado a mi hija».

«Sí, ya, y qué más, a ver quién mata a su hija de 10 años y lo confiesa por Messenger a un semidesconocido. ¿Con qué método?, fue mi respuesta, a tono con lo que suponía que se esperaba de mí. Cuando me explicó cómo lo había hecho, empecé a preocuparme, porque sé que la mujer ha tenido problemas psiquiátricos (muy activa en las redes, donde solía colgar fotos de la pobre niña, me los había explicado alguna vez)», relató el periodista.

«Cuando poco después de las tres de la tarde me pide el número de los Mossos para confesar el crimen, pocas dudas me quedan. Como lo sabe, entonces me da su dirección. Llamo también a Emergències. ¿Habrían llegado a tiempo si yo hubiese sabido antes la dirección? Nunca lo sabremos», indicó.