Una mujer fue detenida ayer por la mañana por la Guardia Civil tras, presuntamente, asestar 11 cuchilladas (aunque inicialmente se informó de que eran 16) a su pareja en el interior del hogar familiar en la Mata.
La tranquilidad que normalmente reina en el pequeño municipio de la comarca de Els Ports de menos de 200 habitantes se truncó con este episodio de violencia doméstica. Todo ocurrió sobre las 9.45 horas. Fue entonces cuando la presunta autora de los hechos, Amparo E.S., de unos 50 años, propinó múltiples heridas de arma blanca a su pareja, Lorenzo, de 65 años. Una vez cometido el supuesto ataque abandonó el hogar familiar.
VECINOS SALVADORES
Por su parte, el hombre gritó pidiendo auxilio. Los vecinos oyeron los gritos del malherido y avisaron a las autoridades. Varios de ellos se acercaron entonces al domicilio, situado en la calle Mayor.
Fueron los propios vecinos los que llamaron al SAMU y a la Guardia Civil y socorrieron al varón en los primeros momentos tras el ataque. La ambulancia lo atendió en la localidad estabilizándolo, para luego trasladarlo de urgencia al Hospital General de Castellón. La víctima presentaba varias heridas en abdomen y pecho y alguna en la espalda, pero su vida no corre peligro.
LA AGRESORA
La presunta agresora, Amparo E.S., una vez cometido el acuchillamiento, abandonó el inmueble para darse a la fuga. Fueron los agentes de la Guardia Civil del puesto de Morella quienes la detuvieron a la altura del municipio de Forcall. Los efectivos también recuperaron el arma blanca empleada en el suceso.
La pareja habita en la Mata desde hace más de 25 años. Las discusiones eran conocidas por los vecinos, que en diversas ocasiones oyeron cómo gritaban a viva voz. El pasado lunes, según constatan algunos testigos, ella abandonó con sus pertenencias la vivienda familiar acompañada de la Benemérita. El motivo de esta salida, según fuentes próximas a la investigación, sería la entrada en vigor de una orden de alejamiento motivada por denuncias previas de la víctima. Ayer, según apuntan las primeras hipótesis, la mujer habría vuelto a la casa para perpetrar el ataque.
Ella trabajaba en el comedor escolar de Forcall y también había sido trabajadora de la residencia de mayores de Vilafranca.
El varón se encontraba tomando un café en la cocina cuando se produjo la agresión y, al parecer, intentó oponer resistencia. Según los vecinos, había sufrido varios infartos y estaba esperando diálisis y un trasplante de riñón. El caso lo investiga la Policía Judicial de la Guardia Civil y el juzgado de Vinaròs.