Condenado a pagar una multa de 2.600 euros, otros 510 de indemnizaciones y a la retirada del carnet de conducir durante un año y medio por conducir ebrio por Vila-real, negarse a hacer la prueba de alcoholemia y amenazar, insultar y pegar a los policías locales que le dieron el alto.

Esa es la pena impuesta por el Juzgado de lo Penal número 1 de Castellón --ratificada por la Audiencia-- a un hombre de 51 años por dos delitos contra la seguridad vial y uno de resistencia a los agentes. Los hechos por los que ha sido condenado se remontan al año 2013, cuando el procesado circulaba a bordo de su vehículo --modelo Opel Combo-- por la avenida de Francia de Vila-real.

SÍNTOMAS

El procesado conducía de manera zigzagueante y sin tener las luces activadas, a pesar de ser las 4.00 horas. El vehículo fue interceptado por dos agentes, que apreciaron claros síntomas de que el conductor estaba bajo los efectos del alcohol --aliento alcohólico, rostro sudoroso, ojos brillantes, pupilas dilatadas y comportamiento agresivo--.

Por ese motivo requirieron la presencia de la unidad de atestados, para realizar al varón el test de alcoholemia, comenzando a decirles: «Vagos, a vosotros os pago yo». Asimismo, el conductor amenazó a los agentes, gritándoles: «Ya os cogeré sin uniforme, hijos de puta, me he quedado con vuestras caras». En ese momento la mujer que lo acompañaba, de 41 años, dijo a los agentes expresiones como: «Sois unos chulos de mierda». Al cabo de unos 15 minutos llegó el furgón de atestados, siendo requerido el condenado para someterse a la prueba policial. Sin embargo, el hombre se negó a hacer el test, siendo advertido por los policías de las consecuencias que tendría su negativa a realizar el examen específico para medir la alcoholemia.

ALTERCADO

Entonces, según declara probado la sentencia, el conductor propinó un codazo en el pecho a uno de los agentes y empujó a otro de los efectivos municipales, procediendo los funcionarios a reducirlo. En ese momento, la mujer que viajaba en el asiento del copiloto intentó evitar que los policías locales detuvieran al conductor, encarándose a uno de ellos y lanzando puñetazos a la cara que no llegaron a impactar en el agente.

Por estos hechos, la acompañante fue también reducida y ambos fueron detenidos. Uno de los agentes intervinientes sufrió un eritema en el antebrazo derecho, una lesión en el quinto dedo de la mano izquierda y dolor en la región peritibial izquierda. Asimismo, un oficial registró una contusión leve en el antebrazo, según consta en el documento.

Aunque la defensa del condenado ha recurrido el fallo del Juzgado de lo Penal número 1 de Castellón, el máximo órgano provincial ha confirmado la misma resolución condenatoria.