La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón celebró el juicio ayer contra un hombre, acusado de incendiar la casa de la pedanía de Artesa (Onda) en la que vivía de alquiler y de la que le iban a desahuciar por impago de mensualidades.

El inquilino, que padece síndrome de diógenes y rasgos esquizoides y paranoides, tiene la consideración de semiimputable por sus condiciones mentales. Por ello, la Fiscalía solicita para él nueve años de internamiento en un centro psiquiátrico y, posteriormente, otros nueve en prisión por un delito de incendio. El acusado se mostró desafiante ante el tribunal, menospreciando la labor de la justicia, con expresiones tales como “no sé qué justicia hay aquí porque es bastante mala” o “no hay más que sinvergüenzas, ladrones y estafadores”. Asimismo, el procesado se expresó con diversas palabras malsonantes, por lo que el magistrado presidente le pidió respeto a la sala y que abandonara ese lenguaje.

Uno de los bomberos que participó en la extinción del fuego reveló que había tres focos y que el incendio fue provocado, una tesis sostenida, asimismo, por los investigadores de la Guardia Civil. “La casa estaba llena de basura y de botellas de plástico, que favorecieron la combustión. Las llamas habían dejado la vivienda en muy malas condiciones y había riesgo de derrumbe”, afirmó el bombero, a quien cayó una viga sobre la espalda. Fue necesaria la evacuación de todos los vecinos del adosado. H