Borracho, saltándose semáforos en rojo en la calle Mayor y amenazando y propinando una patada a dos policías para impedir que la grúa se llevara su coche. De esos tres delitos --dos contra la seguridad vial y uno de atentado a agentes de la autoridad-- se acusa a J. C. M. R., de 45 años, quien fue ayer detenido por la Policía Local de Castellón después de negarse a pasar en un primer momento el test de alcoholemia.

Los hechos se produjeron sobre la una de la madrugada del pasado jueves, cuando una patrulla de la Policía Local de Castellón que se encontraba en la calle Mayor observó que delante del vehículo policial circulaba un turismo que comenzó a rebasar varios semáforos en rojo sin motivo justificado. Ante esa situación, los agentes procedieron a darle el alto y, al solicitarle al conductor su documentación, observaron que este presentaba evidentes síntomas de encontrarse ebrio.

Cuando intentaron someterle al control de alcoholemia, el conductor se mostró en todo momento con actitud desafiante hacia los agentes, llegando a insultarles y amenazarles gravemente. Pese a los avisos de los agentes, el hombre interrumpía la prueba y dejaba de soplar adrede hasta que le recordaron los delitos de los que iba a ser imputado.

La situación todavía se tensó más cuando los policías le informaron de que la grúa iba a retirar su vehículo de la vía pública. Al enterarse, el posteriormente detenido subió sobre el capó de su coche para evitar que se lo llevaran y, en vez de obedecer y bajar del turismo, el varón respondió agresivamente y propinó una fuerte patada a dos agentes, que acabaron heridos leves.