Tuve mucha suerte. Podría haber sido mucho peor si el disparo me hubiera alcanzado en otra zona. Me noté el tiro, el dolor y pensé que se trataba de un atentado terrorista». Álex Valle, el vila-realense herido de un disparo a la salida de una discoteca en Roma, ya está en casa. Recién aterrizado tras recibir el alta hospitalaria y todavía con el susto en el cuerpo, atendió ayer a Mediterráneo en su vivienda, donde deberá guardar reposo para recuperarse.

El joven de 25 años había viajado a Italia para asistir al partido entre el Villarreal CF y la Roma. Tras el encuentro, decidió quedarse con un grupo de amigos a pasar el fin de semana y el pasado viernes por la noche acudieron a la discoteca Room26. Como avanzó ayer este diario, un hombre la emprendió a tiros a la salida del local, sobre las 4.30 horas, alcanzando al vila-realense por detrás e hiriéndole en un glúteo, tras rebotar la bala en una escalera.

El móvil del indiscriminado ataque fue, al parecer, que un vigilante del local echó al agresor. Este se dirigió a su casa, cogió una pistola y volvió para vengarse. «Oí una especie de petardos, era Carnaval, y pensábamos que era una traca. De repente, me noté un pinchazo. Cuando fui a tocarme, me di cuenta de que me habían disparado», recordaba ayer Valle. «Me asusté. Vinieron unos 20 coches de policía y muchas ambulancias. El tío había disparado 10 balas y había herido de gravedad a dos chicos. Uno de ellos tenía la femoral tocada y estaba muy mal», explicaba el joven, todavía impresionado.

Reconoce que verse herido en un país extranjero y tener que afrontar la situación en un idioma que desconocía y sin su familia fue «difícil y complicado». «Me subieron a una ambulancia y me llevaron al hospital. Lo peor fue cuando pasé cuatro horas solo en una sala de espera, mientras operaban a otro chico. No sabía qué me iban a hacer. La operación no fue fácil. Duró tres horas. La bala me había seccionado algunas fibras y me había afectado nervios. Todo ha ido bien y ya estoy algo más recompuesto», apuntaba. Ahora debe tomar antibióticos y cambiarse los drenajes de la intervención cada dos días.

EL AGRESOR, DETENIDO // Tras ser operado, sobre las 15.30 horas del sábado, llegó un nuevo herido de bala al hospital. «Los médicos se extrañaron de que llegara otro afectado por el tiroteo tantas horas después. Al poco, nos confirmaron que era el agresor, que se había disparado a sí mismo también en una pierna y que había sido detenido en el mismo hospital», afirmaba Valle, quien tuvo la sensación de que el autor de los tiros «estaba bajo los efectos de alguna sustancia».

Los padres del vila-realense cogieron un vuelo el domingo y se desplazaron a Roma, donde han estado con su hijo hasta que recibió ayer el alta. «Lo pasaron mal, fatal. No es fácil volar a sabiendas de que a tu hijo le han disparado. Al verme ya se tranquilizaron. El miedo fue importante», reconocía ayer el joven, aún «un poco asustado», pero consciente de «la suerte» que ha tenido y con ganas de «olvidar» lo sucedido.