Nueve personas resultaron heridas, cuatro de ellas muy graves, tres graves y dos menos graves, por una explosión pirotécnica ocurrida ayer en Centelles (Barcelona). Todas fueron trasladadas a la unidad de quemados del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, según el balance del Sistema d’Emergències Mèdiques.

Los Bombers de la Generalitat confirmaron que los afectados sufrieron heridas de «diversa consideración en el campanario de Centelles», que celebraba la tradicional Festa del Pi. El estallido de la pólvora que llevaba en el zurrón uno de los trabucaires, que se propagó afectando a otros zurrones con pólvora, es la principal hipótesis de la causa del accidente, según fuentes de los Mossos d’Esquadra, que abrieron una investigación sobre las causas.

Hasta el lugar se desplazaron cuatro dotaciones de los bomberos, que, en un principio, consideraron que no había «afectación estructural del campanario». También acudieron 12 unidades del SEM, dos de ellas helicópteros medicalizados, para atender a los heridos. Además, se habilitó un equipo de psicólogos para asistir a familiares y amigos de los heridos.

A pesar de lo aparatoso del accidente, el alcalde de Centelles, Jordi Parés, subrayó que la fiesta del Pi, que se suspendió, está sometida a unas importantes «medidas de seguridad» que siempre se cumplen. También recalcó que «todo el mundo toma precauciones» y que, de momento, todo son «suposiciones» sobre lo ocurrido.

Por parte de los bomberos, el jefe de guardia, Jordi Vila, aseguró que la investigación para esclarecer las causas aún está abierta. En cuanto a los trabucaires, el teniente de los galejadors, Jordi Font, sostuvo que fue un accidente «fortuito» iniciado por la explosión de unos zurrones de pólvora «que están homologados».