El hipermercado Aldi de la avenida Benicàssim de Castellón ha sido la última víctima de un atraco armado en la capital. Sucedió el viernes por la noche, poco antes de que el establecimiento cerrara, cuando un hombre, que ocultaba su rostro con una braga y un gorro, entró y mostró una pistola a una de las cajeras. «¡Dame todo el dinero!», repitió el ladrón, muy nervioso, una y otra vez, dando un paso atrás la empleada y permitiéndole llevarse la recaudación que había en su caja. Aunque el hombre exigió a la trabajadora que abriera el resto de las cajas, esta le dijo que no podía porque no tenía la llave.

Mientras, una veintena de clientes que se encontraban haciendo sus compras en el establecimiento, echaron marcha atrás por los pasillos. «Fueron momentos de mucha tensión. El atracador no parecía profesional y llevaba un arma vieja, oxidada diría yo», relataron ayer a Mediterráneo desde la superficie.

La cajera afectada por el atraco no acudió a trabajar. «Le hemos dado el día libre porque se llevó un buen susto. Fueron apenas 30 segundos lo que duró el asalto, pero pasamos miedo», relataron los trabajadores a este rotativo.

La Policía Nacional ya investiga este último golpe, que se suma al atraco que el pasado lunes tuvo lugar en una gasolinera del Grao. Allí el dependiente ahuyentó al ladrón al detectar que su arma era de fogueo y este se fugó con las manos vacías.