A escasos metros del hotel, en la terraza del popular restaurante La Tasca El Pollo, muchos clientes disfrutaban de su comida cuando comenzó el fuego. «Intentamos apagarlo con un extintor, pero era imposible. Ya había cinco coches ardiendo y no pudimos hacer nada», indicó uno de los camareros. Marta Fernández comía junto a su familia cuando comenzaron las llamas. «Avisamos a emergencias al ver una columna enorme de humo. Escuchamos explotar neumáticos, cristales y gritar ¡fuego, fuego! », contó a este diario.

Muchos de los turistas que pasaban sus vacaciones en el Trinimar fueron realojados tras el incendio en otros hoteles del grupo, como por ejemplo el Papa Luna de Peñíscola. Es el caso de Álvaro Gil, un madrileño que estaba junto a su mujer y su hijo pequeño disfrutando de unos días de asueto. «Cuando ocurrió todo estábamos en la habitación, en la cuarta planta. Vimos el humo por la ventana y cogimos al niño, la cartera y salimos en seguida por la puerta de evacuación del hotel. Por suerte, no había humo en las habitaciones ni en los pasillos y no tuvimos ningún problema al salir. En seguida organizaron la salida de todo el mundo, tanto huéspedes como personal», explicó el turista.

«Nos quedaba aún hasta el domingo de estancia en el Trinimar y nos ha chafado un poco las vacaciones lo sucedido por todo el lío de maletas y cambio de ubicación. Pero, al menos, nos han realojado otro hotel y podemos acabar las vacaciones», manifestó. EVA BELLIDO