Un padre de Benicarló, Miguel Requena Julián, ha denunciado ante la Guardia Civil al Hospital Comarcal de Vinaròs por una presunta negligencia médica tras la muerte este fin de semana de su hija recién nacida. La familia está «destrozada» y exige «explicaciones» y «responsabilidades» al centro por la muerte de la pequeña, han explicado a Mediterráneo.

«En cuestión de minutos, pasamos de la felicidad por el nacimiento de mi nieta, a que nos dijeran que estaba muy mal y que iba a morirse», relató ayer el abuelo paterno de la niña, muy afectado, a la salida del cuartel.

Los hechos sucedieron en la madrugada del viernes al sábado, cuando la madre --de 29 años y con otro hijo-- rompió aguas en su domicilio. La mujer, que según la familia había tenido un embarazo normal, acudió al hospital del Baix Maestrat. «La tuvieron de un lado para otro, de una sala a otra durante horas. A pesar de que veían que no dilataba y que el parto se complicaba, no le hicieron una cesárea hasta 18 horas después», explican.

«A las 22.30 horas del sábado nos dijeron que se la llevaban a quirófano y sacaron a la niña porque ya veían que había sufrimiento fetal. La extrajeron con respiración manual y dijeron que el riego sanguíneo no le había llegado bien al cerebro y que le había faltado oxígeno», cuentan.

A partir de ese momento la familia vivió una «pesadilla». Una ambulancia trasladó a la recién nacida al Hospital La Fe de València ante la gravedad de la situación y la metieron en la incubadora. «Los médicos nos dijeron que estaba muy mal y, finalmente, la niña falleció. Vemos muchas contradicciones en todo lo que se nos dijo y se hizo en el Hospital de Vinaròs. La madre tenía firmado el consentimiento de parto natural y cesárea y el fallo médico estuvo en esperar tanto», afirma el abuelo de la bebé fallecida, quien lamenta tener que desmontar ahora la habitación de una bebé muy deseada.

Otro caso por un fallo médico

La muerte de otro menor en el Hospital Comarcal de Vinaròs se encuentra en el ojo del huracán. Como publicara este periódico, una niña de veinte meses falleció por una dosis letal de glucosa, según las conclusiones de una investigación interna. Tras acudir al centro con un cuadro de vómitos recibió una sobredosis de glucosa por «error» y «negligencia» de las enfermeras que se la suministraron, según el abogado de la familia. La Conselleria ha declinado comentar el informe por estar judicializado el caso.