Un ciudadano rumano aceptó ayer una pena de cinco años y un día de prisión por intento de homicidio. El procesado reconoció, ante el tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Procincial de Castellón, que en abril del año 2019 mantuvo una discusión con un compañero de trabajo en la granja de ovejas de Castelló donde ambos se encontraban. El condenado le propinó dos golpes a la víctima con un palo utilizado para mover al ganado para, acto seguido, coger una navaja. Dirigió el arma blanca al denunciante, al grito de «te voy a matar». El cuchillo se le clavó en el torso y le causó una herida que sangraba de forma abundante, tal y como sostenía la Fiscalía en su escrito de acusación.

El Ministerio Público y la defensa del acusado llegaron a un acuerdo justo antes del inicio del juicio, por lo que no fue necesaria la declaración del afectado, de los policías nacionales y demás testigos del citado caso.

Además de la pena de cárcel acordada ayer, el tribunal impuso una orden de alejamiento por la que el agresor no podrá acercarse a menos de 300 metros del denunciante durante los tres años siguientes a su salida de prisión. También lo condenó el tribunal al pago de 840 euros por las distintas lesiones ocasionadas. Por lo que respecta a la indemnización que percibirá el herido por las secuelas sufridas, esta todavía está por determinarse.

ATENUANTE DE EMBRIAGUEZ / El tribunal incluyó en el acuerdo alcanzado la circunstancia atenuante de embriaguez y consideró que el procesado se encontraba bajo la influencia del alcohol. Una circunstancia, dijeron, que mermaba levemente sus capacidades el día de los hechos.

El celebrado ayer en la Audiencia es el segundo juicio por tentativa de homicidio que juzga la Sección Primera en 24 horas. El martes, un testigo de Jehová se sentó en el banquillo para enfrentarse al mismo delito por intentar acabar con la vida de un compañero de orden y, según el procesado, también amante.