¿Picaresca o un delito de falsedad documental? Más bien, lo segundo. El fraude de los conductores a la hora de buscar estacionamiento mantiene en alerta a las policías locales de la provincia, que detectan de forma habitual el uso irregular de tarjetas para personas discacitadas. Los últimos casos se han dado a conocer en Vinaròs, donde los agentes municipales investigan a sendos conductores por hacer utilización del documento, estando los titulares de los mismos ya fallecidos. Uno de los casos resulta, cuanto menos, llamativo y es que el propietario de la tarjeta de estacionamiento había muerto hace casi una década, según han confirmado a este periódico fuentes policiales consultadas. Detectado por los policías locales, puso como excusa al ser sorprendido y dijo que acababa de dejar a su familiar tras acompañarlo en un trayecto en coche. Los policías le advirtieron de que la persona discapacitada tiene que ir en todo momento en el vehículo para poder hacer uso del documento y, posteriormente, averiguaron que el titular llevaba casi una década muerto. En el otro caso investigado por los agentes de Vinaròs, la persona en cuestión también había fallecido, en otoño del 2018. Por ello, los agentes los investigan como presuntos autores de un delito de falsedad documental.

En la capital de la Plana, según datos de la Jefatura de la Policía Local, los agentes han llegado a sancionar por la vía administrativa en un año a 66 personas que, aunque llevaban una tarjeta original, hacían un uso inadecuado. Algunos conductores portaban fotocopias, tarjetas ilegibles, permisos caducados o se aprovechaban de la tarjeta sin ir el discapacitado en el coche. Entre los casos más flagrantes, los que utilizaban la tarjeta de una persona interna en un centro o ya muerta.