La Audiencia Provincial acoge mañana en la Sección Primera el juicio contra M.F.F., un vecino de Vinaròs y de 41 años, acusado de intentar violar a una mujer en Vinaròs el 13 de mayo del 2015.

Sobre las 16.00 horas, el acusado aprovechó que la víctima se encontraba en una cala de costa sur de Vinaròs para abalanzarse sobre ella. Esgrimiendo un cuchillo de grandes dimensiones y apuntándola en el abdomen, la obligó a levantarse.

La mujer comenzó a gritar y él le dijo «no chilles que te mato». Ella le ofreció todo lo que llevaba, creyendo que el acusado quería robarle. Sin embargo, él le dijo que tirara todos esos objetos al suelo y le espetó «vamos a follar».

Le dijo que se quitara la camiseta, la metió debajo de un puente para evitar que ella pudiera hacer señas a terceros o pedir ayuda y le dijo que si gritaba, la mataría.

AGREDIDA EN EL SUELO / Con violencia, cogiéndola por el pelo, la tiró al suelo y se colocó sobre ella, con ánimo de atentar contra la libertad sexual de la mujer. Él le tocó los pechos y ella, intentado convencerlo, le dijo que quería marcharse con su madre, que se estaba muriendo.

En ese momento, él se quedó paralizado, momento que la mujer aprovechó para huir y acudir al cuartel de la Guardia Civil. La mujer, que aportó una descripción física del agresor, fue trasladada al Hospital Comarcal de Vinaròs, donde fue atendida de las lesiones que padecía y de la crisis de ansiedad que presentaba.

Como consecuencia de la agresión sexual, la víctima sufrió policontusiones y ansiedad postraumática. Poco rato después de los hechos, agentes de la Guardia Civil localizaron al hombre, gracias a la descripción física aportada por la mujer y mostrándose este extremadamente violento con los efectivos.

Según consta en el escrito provisional del fiscal, el arrestado lanzó varios puñetazos al aire, diciendo a los guardias civiles que al primero que se acercara le arrancaría la cabeza y que sus hermanos les iban a pegar dos tiros, llegando a arañar a los agentes, que sufrieron excoriaciones.

La Fiscalía lo acusa de un presunto delito de agresión sexual y otro de atentado y dos faltas de lesiones. Además de los 10 años de prisión, el Ministerio Público pide una indemnización de 9.300 euros para la afectada. Tras ser arrestado por la Benemérita y pasar a disposición judicial, el hombre quedó ingresado en prisión preventiva, a la espera del juicio que se celebra mañana. H