Un total de 122 años de cárcel es la condena que solicitó ayer la Fiscalía de Castellón para un matrimonio de la Vall d´Uixó acusado de agredir sexualmente y de forma continuada, durante dos años, a dos niñas, de 6 y 13 años, que eran vecinas suyas y que acudían con asiduidad al domicilio de los procesados, en la calle Peñalba de esta localidad, para jugar con la hija de estos.

El fiscal pidió, así, 80 años de cárcel para Ricardo R.C., y 42 para su mujer, Marta H.E.

Tal y como reflejó ayer el fiscal en su escrito de acusación, los hechos sucedieron entre el año 2001 y el 2003, cuando los procesados se mudaron a una vivienda. Esta casa era contigua a la de una de las víctimas, de 13 años, y estaba muy próxima a la de la otra, de 6. Los acusados tenían una hija y las afectadas acudían al domicilio para jugar con la pequeña.

El acusado, Ricardo R.C., según el fiscal, un día se sentó en el sofá al lado de la menor de 6 años que veía la televisión con su hija y le practicó tocamientos. La niña se puso un cojín en las piernas y este desistió, como él mismo reconoció durante la vista de ayer.

En otra ocasión, según la Fiscalía, Ricardo puso la mano de la pequeña en su pene e hizo que lo moviera hasta que eyaculó.

Respecto a la otra víctima, de 13 años, el fiscal aseguró ayer que el acusado le practicó tocamientos y se masturbaba delante de ella --Ricardo narró los episodios ayer y reconoció que fue en unas ocho o nueve ocasiones-- . Este llegó a ofrecer dinero a la niña, de 20 a 100 euros, "si aceptaba mantener relaciones con él o a practicarle una felación", como dijo el representante del Ministerio Público. Al no consentirlo la niña, "la condujo hasta el garaje coaccionándola con una porra de policía, y en una colchoneta la penetró anal y vaginalmente, sin usar preservativo y eyaculó, al administrarle anticonceptivos".

Asimismo, Ricardo y su esposa, Marta, puestos de mutuo acuerdo, "llevaron a cabo bailes de disfraces en presencia de las dos menores, les practicaron tocamientos e incluso obligaron a las niñas a introducirse un pene de goma en la vagina y a realizar más aberraciones". Ambos las amenazaron de muerte repetidamente con cortarles el cuello .

Las víctimas sufren secuelas muy graves, como estrés, ausencia de motivación e incluso la de 13 años desarrolló epilepsia.

Las madres de las niñas indicaron ayer que notaron que la personalidad de sus hijas había cambiado. La de 6 años relató los hechos a su madre y la otra, al saberlo, lo contó todo, El juicio continúa hoy en la Audiencia. H