El hombre que mató en agosto del 2014 en Benicarló a su vecino de un disparo porque le molestaban los ladridos de su perro se enfrentará a 20 años de prisión, acusado de un delito de asesinato. Tanto la Fiscalía como la acusación particular solicitan la misma pena de cárcel. Para la esposa de la víctima el abogado de la acusación particular pide también 150.000 euros de indemnización.

El individuo, venezolano de nacimiento y de 62 años, lleva desde su detención en prisión preventiva y se sentará el próximo 7 de noviembre en el banquillo de la Sección Primera de la Audiencia Provincial. Será un jurado popular, que se constituirá el 5 de noviembre, quien valore el caso.

Precisamente, las 36 personas preseleccionadas para integrarlo presentaron las excusas pertinentes el pasado viernes en la Ciudad de la Justicia castellonense para ser excluidos del proceso (en caso de tener más de 65 años, tener una enfermedad grave, cargas familiares o residencia en el extranjero, entre otras cuestiones).

El acusado, que llevaba 10 años residiendo en distintos municipios de la provincia, acabó con la vida de su vecino, de 64 años y de Martorell, el 26 de agosto del 2014. La víctima se encontraba en Benicarló disfrutando de sus vacaciones cuando, sobre las 15.30 horas, el autor confeso del disparo cogió una escopeta de caza que tenía en su casa y tiroteó en la cabeza al fallecido.

EL MÓVIL DEL DISPARO // El motivo fue, presuntamente, la molestia que le generaba que el perro de la víctima ladrase. A pesar de los esfuerzos de los servicios sanitarios por mantenerlo con vida, nada pudieron hacer por evitar su muerte, puesto que la bala había impactado en su rostro.

El acusado disponía de la documentación del arma en regla y del pertinente permiso y, tal y como publicó este diario en su día, el agresor ya había expresado su enfado a la víctima la mañana del crimen, diciéndole que esperaba que ese día su perro le dejase dormir la siesta, tal y como apuntaron algunos vecinos.

El disparo mortal, que se produjo en el número 85 de la avenida Papa Luna, en el límite de los términos municipales de Benicarló y Peñíscola, quebró la tranquilidad de la zona. El juicio se prolongará durante cuatro jornadas en la Audiencia y contará con el testimonio de policías locales, guardias civiles, forenses, vecinos y familiares, así como con el interrogatorio del procesado, quien dijo que fue accidental y que intentó parar la hemorragia. H