Un vecino de Benassal se sentará el día 20 de este mes en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial para enfrentarse a una pena de 25 años de prisión por presuntas agresiones sexuales y abusos a su cuñada cuando esta era menor de edad.

Según detalla la Fiscalía en su escrito de acusación provisional, el procesado --que responde a las iniciales G. A. R.-- aprovechaba que su mujer y sus suegros dormían o no estaban en casa para, supuestamente, saciar su apetito sexual con la adolescente. Los hechos sucedieron, según el Ministerio Público, entre los años 2015 y 2017. En una primera ocasión, el procesado entró en el dormitorio de la menor, se tumbó en su cama y empezó a tocarla.

Aunque la víctima trató de apartarlo, el hombre logró quitarle la ropa y, según la Fiscalía, agredirla sexualmente. Un año y medio después, los hechos volvieron a repetirse y esta vez fue con coacciones, según el Ministerio Público. El acusado volvió a entrar en la habitación de la chica y le dijo que si accedía a mantener relaciones con él, la dejaría definitivamente en paz. La menor accedió a las proposiciones del hombre. En ambos episodios, el investigado reconoció que lo que hacía estaba mal, pero le decía a la adolescente que si ella se lo contaba a alguien, lo pagaría su hermana --es decir, la esposa del agresor-- y que si se separaban, él le quitaría la niña a su hermana y esta última sufriría.

En otoño del 2017, la joven fue nuevamente abordada en su habitación por su cuñado, quien pretendía de nuevo tener relaciones con ella. Sin embargo, el procesado fue sorprendido por un familiar, sin llegar a realizar ningún acto sexual y motivando ese suceso la denuncia que ha dado origen a las actuaciones.

La Fiscalía considera los hechos constitutivos de un delito de agresión sexual y otro de abusos. Además de la pena de 25 años, el Ministerio Público solicita una medida de libertad vigilada durante otros diez años para G. A. R.

La legal representante de la menor afectada ha renunciado a la compensación económica que pudiera corresponderle a la víctima por los hechos sufridos.

La Audiencia Provincial de Castellón impuso recientemente una pena de cuatro años de prisión y una indemnización de 12.000 euros por abusos sexuales a otra mujer, como adelantó Mediterráneo ayer. La afectada se encontraba bajo la influencia de bebidas alcohólicas en una fiesta celebrada en una casa.

Encontrándose mal, se marchó a dormir a una habitación y, en el transcurso de la noche, un hombre que también asistió al evento entró en el cuarto y abusó sexualmente de ella, momento en que la afectada se despertó.