Francisco M.C., el joven de 23 años que en agosto del 2014 atacó con una maza a una mujer en plena calle en Moncofa, se sienta el próximo martes en el banquillo de los acusados para responder por un presunto delito de homicidio en grado de tentativa. Aunque el Ministerio Fiscal lo acusa de golpear repetidamente a la víctima con el mazo en el cráneo, “con el propósito de causarle la muerte”, no realiza petición alguna de prisión.

Y es que el acusado padecía, en el momento de producirse los hechos, un trastorno de ideas delirantes de tipo persecutorio. Una situación que, según la Fiscalía, “anulaba su capacidad para comprender su conducta y formar libremente su voluntad”. Desde su detención, Francisco M.C. está siendo sometido a tratamiento y presenta escasa conciencia de su enfermedad y nula autocrítica de sus ideas delirantes.

Así pues, el fiscal solicita la absolución del acusado por exención de responsabilidad criminal y la imposición, como medidas de seguridad, de internarlo para continuar con el tratamiento médico por tiempo máximo de 10 años. Asimismo, pide una orden de alejamiento para que no pueda aproximarse a menos de 500 metros de la víctima por tiempo de cinco años, así como que no pueda residir en Moncofa.

Francisco M.C. debería indemnizar, según el escrito de la Fiscalía, a la afectada en 61.300 euros por los días que tardó en sanar de sus lesiones y las secuelas padecidas.

LOS HECHOS // Todo sucedió el 3 de agosto del 2014, a primera hora de la mañana. La mujer, que tenía 58 años y regentaba un estanco, paseaba a su perro, sobre las 8.00 horas, cuando se cruzó con Francisco M.C.. Tras espetarle a la víctima un breve “què fas?”, este la emprendió a martillazos con la dueña del local en el que trabajaban sus padres --que habían montado un supermercado próximo a la playa--.

Fue un residente de la zona quien, desde su terraza, avistó el ataque, por lo que, como explicaron entonces algunos testigos, “no dudó ni un momento en auxiliar a la víctima, bajó a la calle en calzoncillos y comenzó a correr detrás del agresor hasta que le dio alcance y, junto con otros vecinos que se sumaron a ayudarle, lo mantuvieron retenido en el suelo hasta que llegó la Guardia Civil poco después”.

La afectada estuvo ingresada tres días en el Hospital General de Castellón, con múltiples heridas en el cuero cabelludo, varias fracturas costales y en las manos y no pudo trabajar en 211 días. H