Un atracador se sentará el próximo 6 de marzo en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Castellón, junto a otros implicados, para responder por el asalto a la joyería Jimeno de Onda ocurrido en el 2010, en el que su propietaria fue maniatada y encañonada con una pistola y durante el mismo los ladrones se apoderaron de más de 116.000 euros en joyas. El establecimiento, situado en el número 8 de la calle Ausias March de Onda, tras el suceso, cerró sus puertas.

La Fiscalía de Castellón solicita para el atracador, M.A.G.A., más de 10 años de prisión como presunto autor de los delitos de robo con violencia, lesiones y detención ilegal. Para los otros procesados el Ministerio Público reclama penas de un año para una persona como encubridora y otro año más para las otras cuatro como presuntas autoras de los delitos de receptación, ya que compraban las joyas a sabiendas de su procedencia ilícita, como remarca el fiscal en su escrito.

PULSERITA DE COMUNIÓN // Los hechos se remontan al 23 de febrero del 2010. La propietaria de la joyería acababa de abrir las puertas del local. Eran las 9.30 horas cuando un hombre, bien vestido y con buen aspecto, llamó al timbre. La mujer abrió. El cliente, como declaró la víctima en su momento, le pidió que le mostrara unas pulseritas de oro para su hija, que, como dijo, ese año iba a tomar la Primera Comunión. Fue cuando la joyera abrió la caja fuerte y puso las piezas sobre el mostrador cuando este sacó de repente una pistola y se la puso en la cabeza, encañonándola, al tiempo que le instaba a que no realizara ningún movimiento ni accionara la alarma.

AMORDAZADA // En ese instante, otros dos atracadores, cuya identidad se desconoce, entraron en escena, esgrimiendo otra arma, y entre todos la amordazaron tapándole la boca y los ojos con cinta americana y le amarraron los pies y las manos con unas bridas de plástico para inmovilizarla.

Los atracadores se apoderaron entonces de numerosas piezas de oro y de piedras preciosas de los muestrarios de la caja fuerte y del escaparate por un valor de más de 116.000 euros. La víctima, que quedó malherida, logró arrastrarse por sus propios medios hasta donde estaba el botón de la alarma consiguiendo pulsarla para solicitar ayuda. La empresa de seguridad avisó a un familiar que alertó enseguida a la Policía Local, que se desplazó rápidamente para liberarla.

La compañía se seguros indemnizó a la joyera por el atraco con los 116.000 euros. La mujer sufrió abrasión en las muñecas y trastorno de estrés postraumático que precisó de tratamiento psiquiátrico y psicológico durante el cual permaneció impedida de sus actividades habituales.

LAS VENDÍA POCO A POCO // Según sostiene la Fiscalía, el principal acusado se ayudó de un conocido --también acusado en este juicio-- para vender las joyas en establecimientos de Castellón dedicados a la compra venta de oro y piedras preciosas. Así, en diversas ocasiones se deshicieron de gargantillas, pendientes, sortijas, brillantes, collares con piedras preciosas, pulseras de oro y diamantes... Consiguiendo así ciertas cantidades de dinero.

El fiscal pide para el atracador una indemnización para la víctima de más de 6.000 euros. La causa estuvo paralizada durante años en el juzgado de Vila-real.