La defensa de Samir B.M., el joven de 22 años condenado por asesinar a su madre, Ana María Méndez, y quemar su cadáver en Vinaròs; ha pedido que el veredicto del jurado popular que lo consideró culpable sea declarado nulo y que el juicio se repita.

Su letrada, Laura Quesada, ha presentado un recurso de casación ante el Tribunal Supremo al considerar que había existido vulneración del derecho de defensa por denegación de pruebas y también vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva por falta de motivación del veredicto. Esto es, que la decisión de los miembros del jurado no estaba «bien fundamentada».

Según ha explicado la letrada a este diario, las dos primeras preguntas del objeto del veredicto no estaban bien contestadas, ya que «no se aclaraba si consideraban que entre madre e hijo había habido una discusión previa a la muerte o no». Asimismo, consideran que la autoría del incendio «no ha quedado demostrada», pues el sentenciado, Samir B.M., reconoció haber asesinado a su madre, pero negó ser el causante del fuego, un hecho del que acusó al novio de esta.

Por todo ello, la defensa pide que la sentencia se revoque y se señale un nuevo juicio, con otro jurado popular. Este recurso se suma a los dos ya presentados por las acusaciones particulares, quienes tampoco estaban conformes con la pena impuesta.

Las mismas alegaron no estar de acuerdo con la apreciación de la atenuante de reparación del daño contemplada por el magistrado. Y es que, al inicio del juicio, el procesado mostró su intención de ofrecer a sus tres hermanos la parte del piso que le correspondía en herencia. Un hecho que las acusaciones ven, sin embargo, como una mera intención.

CÓMO FUE / Los miembros del tribunal del jurado declararon a Samir B.M. culpable por unanimidad de dar muerte intencionadamente a su madre con 34 puñaladas, después de nueve horas y media de deliberaciones en la Audiencia Provincial.

Los hechos tuvieron lugar el 23 de junio del 2015. La mujer tardó unos diez minutos en morir, tras asestarle su propio hijo la primera cuchillada en el cuello y por la espalda. Tapó el cuerpo con mantas, lo escondió y lo quemó.