Tragedia y gran confusión en un accidente ferroviario ayer en Vila-real. El Euromed 1161, que circulaba desde Barcelona a Alicante, golpeó, sobre las 19.20 horas, a un hombre de 33 años y nacionalidad española que caminaba junto a las vías, entre las estaciones de Vila-real y Almassora (en el término del primer municipio).

La víctima iba junto a los raíles y el convoy acabó amputándole la mitad del brazo, a la altura del codo, según pudo saber Mediterráneo de fuentes policiales. El maquinista se detuvo al percatarse del fuerte golpe y el ruido y, junto a más personal del tren, se apearon del mismo y comenzaron a examinar los alrededores para ver si habían atropellado a alguna persona, que hubiese podido quedar atrapada, herida o salir despedida. Fueron momentos de gran confusión en las vías, pues los pasajeros llegaron a pensar que el atropello podía haber sido mortal. El tren de alta velocidad estuvo detenido en las vías durante cerca de 40 minutos, según confirmó Renfe a este periódico. Sin embargo, transcurrido todo ese tiempo, no encontraron a nadie y retomaron la marcha.

Según informaron a este diario fuentes de la Policía Nacional, el hombre, tras sufrir el impacto, y ver que el tren continuaba la marcha lentamente durante un kilómetro (lo que tardó en detenerse), sospechó que no se había dado cuenta del golpe y salió de las vías, perdiendo mucha sangre, en dirección a la 340 para pedir auxilio. Por el camino se desplomó y quedó tendido tras unos matorrales, donde la Policía Nacional, que ahora investiga el caso, lo socorrió. Una ambulancia lo llevó de urgencia al hospital, donde quedó ingresado. H