La segunda jornada del juicio por el atropello mortal de la plaza María Agustina, en el que murió el castellonense Alejandro Carbajo en el 2017 y el conductor se dio a la fuga, estuvo ayer marcada por los testimonios de los policías locales que realizaron la investigación de la tragedia. Unas intervenciones que no arrojaron luz a las circunstancias y las causas que dieron lugar al arrollamiento y que evidenciaron diversas contradicciones. Todo ello complica el análisis del accidente, como advirtió el propio magistrado.

Y es que mientras unos agentes dijeron que el acusado, que se enfrenta a penas de cinco a diez años, llevaba «exceso de velocidad» y realizó una «aceleración inadecuada», otros no confirmaron este extremo y culparon del atropello a la víctima, incidiendo en que cruzó por una zona sin paso de peatones -algo que por otra parte reconocen «habitual»-. Mientras unos policías afirmaron que el conductor hizo una maniobra antirreglamentaria, invadiendo el carril de otro coche e interfiriendo en su trayectoria --con los dos únicos testigos directos de lo ocurrido--, otros negaron que se pasara de carril y les cerrara el paso.

Los abogados incidieron en que la Policía Local hizo un primer informe en el que acusaba al procesado de conducción temeraria y exceso de velocidad para, posteriormente, presentar un segundo informe y desdecirse. El jurado popular comenzará a deliberar en las próximas horas.