El presunto asesino de Marta Calvo, en prisión desde el viernes, permaneció escondido en casas de campo abandonadas de Carcaixent, según aseguró el acusado, Jorge Ignacio P. J., a los investigadores de Homicidios de la Guardia Civil de València y de la UCO durante su declaración ante los agentes. Los investigadores necesitan corroborarlo. Para ello debe indicar con precisión cuáles son esas supuestas casas en las que se ocultó mientras prácticamente toda la Guardia Civil de la provincia y de otras le buscaba.

Dado que los agentes desconfían de lo que ha declarado hasta ahora, ya que no creen que Marta muriese de manera accidental, y ponen en cuarentena que la descuartizara y arrojara los restos a contenedores, tampoco tienen la certeza de que esté diciendo la verdad sobre su escondrijo.

Los agentes creen que ha recibido ayuda de compatriotas relacionados con el tráfico de cocaína y no descartan que se ocultase en Carcaixent, o sus alrededores, pero en casa de alguno de esos conocidos, y que ahora trate de protegerlos. El hecho de que se mantenga firme en su versión de que se escondió en esas casas abandonadas añade interrogantes a su posible relación con otra desaparición, la de la joven Wafa Sabbah, de origen saharaui, de la que no se sabe nada desde el 17 de noviembre, cinco días después de que Jorge desapareciera de los rastreos telefónicos, una vez que se deshizo de su móvil.