Seis de los 16 detenidos en la macrorredada desarrollada en tres puntos calientes de compraventa de droga en Almassora ingresaron ayer en el centro penitenciario de Castellón I, en la carretera de l’Alcora. Los otros 10 arrestados en un primer momento han quedado en libertad con cargos, según ha sabido Mediterráneo de fuentes cercanas a la operación, que está bajo secreto de sumario y todavía está abierta, con la posibilidad de nuevas detenciones.

Un operativo que protagonizaron efectivos de la comandancia de la Guardia Civil de la provincia, que significó un duro golpe al mercado negro de sustancias tóxicas a los que acuden centenares de consumidores de Castellón, especialmente por el número de personas detenidas sospechosamente vinculadas al mercadeo de cocaína y hachís.

LOCALIZACIÓN // El dispositivo, que se desarrolló durante la madrugada del lunes al martes, y que demuestra una vez más que la lucha contra el narcotráfico en la provincia no se detiene, incluyó, junto a las detenciones, un total de 11 registros domiciliarios y la incautación de drogas y armas que se encontraban escondidas en estas viviendas. También se confiscó dinero en metálico.

El rastreo se produjo en casas de la zona de la calle Batalla de Bailén, cerca de la iglesia parroquial de San José, en inmuebles del camí la Mar y en los barrios de Fátima y Corell.

Antes de la redada, la Benemérita comunicó al Ayuntamiento de Almassora que iba a realizar esta operación en diversos puntos de la localidad, en un despliegue que iba a durar toda la madrugada, aunque posteriormente no notificó el balance de la operación, ya que se encuentra bajo el secreto de sumario.

La presencia de los diversos coches patrullas del instituto armado, pese a producirse durante la madrugada, no pasó desapercibida entre los vecinos de estas tres zonas, que están acostumbrados precisamente al mercadeo y tráfico de sustancias prohibidas, y por ello han expresado su malestar en repetidas ocasiones al Ayuntamiento de Almassora por las molestias que ocasiona la compraventa de drogas y el trasiego de compradores y vehículos.

Incluso, el ruido que provocó las hélices del helicóptero de la comandancia de la Guardia Civil alertó y despertó a muchos de estos vecinos cuando surcaba el cielo de Almassora a primera hora de la mañana, propiciando todo tipo de conjeturas por la presencia de la aeronave.