Cuatro años de prisión y 61.000 euros de multa por traficar con cocaína e introducir, por carretera a través de la nacional 340, una gran cantidad de la sustancia en la provincia para su venta. La Audiencia Provincial ha condenado por un delito contra la salud pública a un ciudadano de 61 años, quien fue detenido en agosto del 2014 con medio kilo de cocaína --con una pureza del 70%--, valorado en más de 60.000 euros, según consta en la sentencia a la que ha tenido acceso este diario.

El tribunal ha declarado probado que el acusado conducía un vehículo Seat Ibiza por la nacional 340, a la altura de Castellón.

Hizo una serie de maniobras (realización de giros completos en varias rotondas, cambios de sentido, aumentos bruscos de velocidad etc.) que despertaron las sospechas de distintos miembros de la brigada provincial de Policía Judicial (grupo Udyco) de la Policía Nacional. Los agentes estaban de paisano y con vehículos camuflados, haciendo labores de vigilancia para controlar posibles entradas de droga en barrios en los que están asentadas diversas familias que se dedican habitualmente a la venta al menudeo de cocaína y heroína.

Integrantes del grupo realizaron seguimiento a dicho vehículo, deteniendo el coche el ahora condenado para apearse y coger algo que tenía guardado en la parte de atrás, volviendo seguidamente a introducirse en el turismo con algo que llevaba en una bolsa de plástico de una panadería y reanudar la marcha.

El traficante se mantuvo a la espera, dentro del coche, sentado en el asiento del conductor. Fue en ese momento cuando los agentes que estaban haciendo el seguimiento procedieron a requerir al acusado para que se bajase del turismo y aportase su documentación. Sobre el asiento del copiloto estaba la bolsa de plástico antes indicada, encontrando los policías, asimismo, un neceser de color marrón en el suelo junto al asiento trasero.

La bolsa de plástico encontrada sobre el asiento del copiloto contenía dos trozos de sustancia blanca que resultó ser cocaína, con un peso total de 497,14 gramos, y una pureza del 70 %, y que el acusado pretendía entregar a otra persona. La droga aprehendida habría alcanzado en el mercado un valor de 60.604 euros.

Las declaraciones del condenado resultan, a ojos del tribunal, «imprecisas y poco claras en todo caso, contradictorias en distintos extremos relevantes». En todo momento dijo en el juicio que se limitó a transportar el paquete, a cambio de dinero. En el plenario señaló que no conocía más que de vista a la persona que le dio el paquete, mientras en instrucción dijo saber su nombre. Ante la sentencia cabe recurso.