Prisión provisional sin fianza por la comisión de tres presuntos delitos de asesinato, lo que podría dar lugar a una pena de prisión permanente revisable. Es lo que ha determinado el juzgado especializado en Violencia sobre la Mujer de Caldas de Reis para José Luis Abet, el autor confeso del triple asesinato machista de Valga (Pontevedra), donde ayer fue citado para declarar. El agresor pasó la noche en los calabozos de la Guardia Civil de Pontevedra después de confesar que mató a tiros a su exmujer, a su exsuegra y a su excuñada.

El acusado compareció ante la magistrada Cristina Sánchez Neira pero, según fuentes judiciales, no llegó a declarar al considerar que no estaba en condiciones de hacerlo. Permaneció en el interior del edificio judicial durante más de dos horas y, poco después de la una y media de la tarde, una vez que la jueza dictó el auto de ingreso en prisión, fue trasladado hasta la cárcel de A Lama.

GRITOS DE LOS VECINOS // Un centenar de vecinos esperaron ayer al homicida confesa a las puertas de la sede judicial de Caldas de Reis y lo recibieron a gritos de «asesino» y «desgraciado».

Un divorcio de mutuo acuerdo en enero del año pasado fue el detonante de la tragedia machista que conmocionó la localidad pontevedresa de Valga. José Luis Abet Lafuente, de 45 años, acabó a tiros con la vida de su exmujer, Sandra Boquete Jamardo, de 39, en presencia de los dos hijos menores de ambos. El asesino aprovechó que su exmujer abría el portalón para salir con el coche, ya que los menores se iban al colegio, y se introdujo en la finca. Allí la mató, al igual que hizo con su excuñada Alba Boquete, de 27, que llegó a la finca entonces y María Elena Jamardo Figueroa, de 58 y madre de ambas.

El detenido realizó hasta 15 disparos para acabar con la vida de sus víctimas. Abet utilizó un revólver del calibre 32 para el que carecía de licencia y del que ahora investigan su trazabilidad, según explicó ayer el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada. Después, abandonó el lugar y se desplazó a Bertamiráns, donde residía con sus padres tras el divorcio. Fue allí donde este hombre, padre de otro hijo --fruto de una relación anterior-- confesó el crimen a la Guardia Civil.