Cinco años de prisión por los delitos de robo con fuerza continuado, falsedad en documento mercantil y estafa continuada. Es la condena impuesta ayer por el tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón a un vecino de Vila-real que entró en casa de su suegra, robó las llaves de los domicilios de sus cuñados y se llevó de su interior dinero, joyas, relojes y documentos bancarios. Además, con las cartillas sustraídas a estos últimos se dirigió después a diversas sucursales de Almassora, la Vall d’Uixó y Vila-real y llegó a realizar más de una treintena de reintegros, suplantando la identidad de las víctimas. En total, se apoderó de más de 30.000 euros.

Así lo reconoció él mismo ante los magistrados y es que, antes de que comenzara el juicio oral contra él, su defensa y el fiscal llegaron a un acuerdo de conformidad. Aunque el Ministerio Público pedía inicialmente once años de prisión para el procesado, el pacto dejó la condena en cinco.

Los hechos admitidos ayer por el investigado se remontan al año 2014. Durante el verano, el condenado robó los juegos de llaves y en distintas fechas accedió a las dos viviendas de sus cuñados. De la primera se llevó 200 euros en efectivo, un portátil y un disco duro. También cogió joyas y relojes valorados en 7.000 euros. En la segunda casa se apoderó de más alhajas, libretas bancarias y un DNI. Posteriormente, hizo varias extracciones de dinero y transferencias. Llegó, incluso, a coger dinero de la cuenta de ahorro de su sobrino menor de edad.

VENDIÓ ALHAJAS / Asimismo, vendió varias de las piezas de joyería robadas en tiendas de compraventa de oro de Vila-real, que fueron más tarde reconocidas por sus dueños. Finalmente, el susodicho intentó sacar dinero en una oficina bancaria, usando el carnet de identidad de su cuñado. Agentes de policía acudieron al lugar y lo detuvieron.

Además de la pena de cárcel impuesta --con la circunstancia agravante de abuso de confianza y atenuante de dilaciones indebidas por los retrasos judiciales--, el procesado deberá pagar 1.550 euros de multa y otros 30.554 en concepto de responsabilidad civil para las víctimas. Las partes no recurrirán la sentencia.