El presunto degollador chino de Benicàssim, A.Z., se enfrentará a una pena de prisión de 20 a 25 años por el delito de asesinato, tras acabar con la vida de Luis María P.R., cliente de su bar. Desde el lunes, el detenido se encuentra ya en prisión provisional y recibe tratamiento psiquiátrico por orden del titular del Juzgado de Instrucción 1 de Castellón, como publicara ayer este periódico.

Sus presuntos problemas mentales son, precisamente, la circunstancia que podría rebajar hasta la mitad la pena de cárcel que un tribunal decida imponerle cuando su caso llegue a juicio.

Y es que una de las principales hipótesis que se barajan es la de que el susodicho sufriera un brote psicótico, pues, al parecer, padece algún tipo de desequilibrio y podría haber dejado la medicación que le había sido recetada.

De hecho, dos forenses del Instituto de Medicina Legal de Castellón lo evaluaron en profundidad este lunes por la noche durante su comparecencia en la Ciudad de la Justicia. Tras su dictamen, el magistrado ordenó que durante su internamiento en prisión preventiva recibiera tratamiento.

Tal y como han explicado a este diario fuentes judiciales, sus supuestos problemas mentales podrían motivar la apreciación de circunstancias atenuantes o, incluso, eximentes. En caso de condena, si el tribunal aplicara una atenuante simple, podrían imponerle de 20 a 22 años y medio de prisión. En el supuesto de que esa atenuante fuera muy cualificada, la pena podría ser de 10 a 20 años de cárcel, según el Código Penal.

Cabe recordar que, tras cometer el brutal crimen, en el que A.Z. golpeó, presuntamente, a la víctima y, posteriormente, le asestó cuatro puñaladas; fue detenido y guardó silencio durante las 48 horas que pasó en dependencias de la Guardia Civil.

La mujer del fallecido, que concedió una entrevista en exclusiva a este diario, aseguró que el supuesto asesino y su marido «no tenían relación de ningún tipo». La familia de la víctima lamenta la muerte de un hombre «bueno, tranquilo y responsable» por estar, según dicen, «en el lugar y momento equivocado».

Según muestran las cámaras de seguridad analizadas por los investigadores, A.Z. atacó a Luis María P.R. sin cruzar, aparentemente, palabra alguna con él.

La víctima había acudido, como cada fin de semana, a desayunar al bar y fue brutalmente asesinado a cuchilladas mientras tomaba café y leía el periódico. El terrible crimen conmocionó a los vecinos de Benicàssim.