El cementerio de Castelldans (Lleida) se despertó ayer con tres tumbas y un panteón profanados. La voz de alerta la dieron varias vecinas de la propia localidad que acudieron de visita al camposanto y se percataron que algunas de los ataúdes estaban abiertos y los restos mortales en el exterior. El Ayuntamiento alertó a los Mossos d’Esquadra.

La policía catalana ha abierto una investigación para esclarecer lo sucedido y dar con los autores de los destrozos, aunque fuentes del cuerpo aseguran que “los primeros indicios apuntan a que se trata de una gamberrada”. Unas afirmaciones que no comparte el alcalde de Castelldans, Conrad Llovera, quien lo considera un robo. El primer edil está convenido que los responsables buscaban joyas o algún objeto de valor, “ya que han retirado las lápidas sin romperlas y han registrado los cuerpos de los difuntos para ver si encontraban algo”. Aunque cree que no volverán. “Me consta que no han encontrado nada”, apunta tras confirmar con los familiares de los fallecidos que no había nada de valor en el interior de los ataúdes, que llevaban más de 40 años enterrados en el lugar.

Llovera, quien visitó ayer el cementerio junto a los familiares de algunos de los difuntos enterrados en dichas tumbas, confirma que el Ayuntamiento ya ha interpuesto la denuncia. H