La Policía Nacional liberó a una mujer con discapacidad intelectual que era prostituida mediante engaños en un club de alterne de Ávila y que había sido captada en Rumanía. La operación permitió desarticular de una red de ámbito internacional y detener a tres personas. El cabecilla de la banda contaba con la ayuda de una sobrina, quien siempre acompañaba a la víctima para controlarla, y con el propietario del club en el que era explotada y que sometía a la joven a continuas amenazas.