Los investigadores estudian en profundidad otros fuegos en vehículos registrados en el pasado y analizan el perfil de conocidos pirómanos para establecer posibles relaciones con los fuegos del domingo. En la memoria reciente de los almazorenses destaca el caso de un vecino condenado a cuatro años de prisión por calcinar durante el año 2009 hasta ocho vehículos estacionados en la vía pública. Unos hechos que tuvieron en vilo a la Policía Local y la Guardia Civil durante 18 largos días.

Un error fue, precisamente, lo que precipitó su detención. Y es que, tras prender fuego a un turismo en la calle San Agustín, no tuvo tiempo de huir y se vio obligado a ayudar a los efectivos a sofocar las llamas que él mismo había causado. Los agentes sospecharon rápidamente de su amabilidad y un día después lo siguieron y lograron sorprenderle con las manos en la masa.