La muerte de los dos jóvenes de Vila-real, Andrea Carballo Claramonte y Víctor Llorens Jordá, que el sábado se estrellaron contra una gasolinera en la N-340 en Benicàssim, fue producto de un caso de violencia de género y no de un accidente de tráfico fortuito (una hipótesis que se barajó durante las primeras horas).

Según ha podido saber Mediterráneo de fuentes del caso, él, hijo de los dueños de una pastelería de la calle Calvari y de 29 años, raptó a punta de cuchillo a la víctima, de tan solo 20, y la obligó a subir a su vehículo.

Sucedió en las inmediaciones de la vivienda de la joven, en la calle Sant Josep de Vila-real, a primera hora de la mañana del sábado --un día después de su cumpleaños--, cuando ella se disponía a acudir a su puesto de trabajo. Según han confirmado fuentes de la investigación, él la estaba esperando y la abordó después de pasar una noche de fiesta.

Había denuncias previas. La primera se interpuso el pasado día 13, después de que ella decidiera dejar la relación --en el mes de noviembre-- y de que la madre de la joven se enterara de que él la había golpeado y vejado durante la relación --un hecho que sus allegados desconocían--. En una ocasión, Víctor Llorens llegó incluso a intentar, presuntamente, atropellarla. La policía valoró el caso como de riesgo medio, pero la chica contaba con vigilancia --una agente de la Policía Local estaba en contacto con ella-- y el viernes, horas antes del secuestro ya confirmado, quedó con la policía que controlaba su caso para tomar un café y hablar.

UNA RELACIÓN TORMENTOSA / Fue la familia de la fallecida quien la animó a denunciar y, tras convencerla de que era lo más adecuado, se pusieron en contacto con el 016. Acudieron a la comisaría a explicar todos los episodios violentos vividos por Andrea (él tenía antecedentes por hechos similares de una relación anterior) y a la salida de las dependencias policiales la madre de la joven sorprendió a Víctor Llorens, armado con un cuchillo, pinchándole las ruedas del coche.

La mujer, según explica a este diario, le llamó la atención y él empezó a perseguirla con el arma blanca en la mano. Este hecho motivó la interposición de una segunda denuncia y, en días posteriores y con la orden de alejamiento ya en vigor, él la quebrantó para volver a pinchar las ruedas del vehículo familiar.

El Instituto de Medicina Legal de Castellón practicará hoy la autopsia a la joven, que será enterrada por la tarde, a las 17.00 horas, en la iglesia mayor de Vila-real en un funeral que se prevé multitudinario y al que acudirán familiares y amigos.