Veintidós años y seis meses de cárcel por los delitos de detención ilegal y asesinato es la condena impuesta por la Audiencia Provincial de Castellón a tres ciudadanos marroquís que secuestraron y quemaron vivo a un vecino de Benicarló. El Tribunal Supremo confirma ahora la decisión de los magistrados de la provincia y ratifica la pena para dos de los sicarios que participaron en el crimen, ordenado por la creencia de que la víctima había robado una partida de hachís.

La sentencia declara probado que Medhy El Mady fue el autor intelectual del crimen, perpetrado en julio del 2009, y que los otros dos sentenciados actuaron como sicarios. Raptaron a la víctima a la salida de su casa, en Benicarló, la condujeron --engrilletada-- hasta una zona rural y le prendieron fuego, rociándola con gasolina antes.

Los ahora condenados acudieron con dos hermanos y un tercero (estos ya sentenciados en firme) a las inmediaciones del domicilio de la víctima, en Benicarló, reduciéndolo violentamente e introduciéndolo en un vehículo Audi A4, con el fin de llevarlo a otro lugar y matarlo.

El documento judicial establece que los asesinos se dirigieron a una zona despoblada en la partida Hoach --a las afueras de Peñíscola--, donde le prendieron fuego a la víctima, quien murió «con gran sufrimiento».

El tribunal castellonense impuso a los tres condenados el pago de 240.000 euros para la mujer, la hija y el hermano del fallecido.

El juicio se celebró con jurado popular en Castelló a principios del 2018. El caso dio un giro inesperado en la segunda jornada cuando dos valencianos que fueron ya condenados en el 2012 por su participación en esta muerte asumieron, durante su declaración como testigos, la total autoría del asesinato.

Exculparon, así, a los tres ciudadanos marroquís que se sientan estos días en el banquillo y a los que acusaron abiertamente hace ahora seis años. «En su día nos aconsejaron que acusáramos a estos tres magrebís para intentar salvarnos y lo hicimos porque, como acusados, podíamos mentir», aseguraron los ya sentenciados --que son hermanos-- en una videoconferencia desde la cárcel donde están ingresados.

Pese a estas declaraciones, el jurado popular declaró culpables a los tres acusados en el segundo juicio, tras 18 horas de intensas deliberaciones. Estos recurrieron la sentencia condenatoria, pero el Supremo lo desestima.