Un empresario cárnico de Castellón, que responde a las iniciales A.F.A., se sentó ayer en el banquillo de la Audiencia Provincial, acusado de estafar a sus clientes por mezclar, supuestamente, carne de equino con la de vacuno y venderla, solamente, como si fuera de res para lucrarse. Se enfrenta a seis años de prisión y a indemnizaciones que podrían superar los dos millones de euros, según las peticiones de Fiscalía y acusación particular.

Uno de sus principales clientes lo denunció al recibir, a su vez, quejas de sus compradores. «Nos empezaron a llegar comunicaciones y análisis de ADN en las que se demostraba que entre el 60 y el 100% de la carne era de equino», afirmó el testigo en su declaración. «Nos reunimos con el acusado y acabó admitiendo que era cierto, que mezclaba las dos carnes, por lo que rescindimos todos los contratos con él», dijo al tribunal.

El procesado, sin embargo, negó que esa mezcla fuera a conciencia. Alegó que podría haberse producido una «contaminación» en la sala donde su empresa procedía al despiece de diferentes animales, tales como pollos, cerdos, reses o caballos. La fiscal le preguntó al acusado cómo era posible que comprara en un año 456.000 kilos de vacuno y, posteriormente, vendiera despiezados 1.015.000. El empresario negó el fraude y dio como explicación que, tras un robo a su compañía, desapareció documentación.