El grupo de Patrimonio Histórico de la Policía de la Generalitat -unidad de la Policía Nacional adscrita a la Comunitat Valenciana- ha resuelto el robo de dos obras de arte acaecido en Segorbe hace ya cinco años. Los agentes, tras una larga investigación, han logrado recuperar dos óleos del siglo XVII sustraídos en el año 2015, según han confirmado a Mediterráneo.

Las obras fueron recuperadas del interior de un trastero de un vecino de la capital del Alto Palancia, quien ha sido detenido por un presunto delito de receptación.

El Juzgado de lo Penal número 2 de Castelló, una vez ha celebrado la vista oral, ha determinado que las obras fueran devueltas a la Diócesis de Segorbe-Castellón, a quien pertenecen los cuadros.

Ambos lienzos pertenecen a la escuela de Juan Ribalta (Madrid, 1597 - Valencia, 1628) y representan a San Vicente Mártir y San Vicente Ferrer y estaban originariamente adheridas a la predela del altar mayor de la Iglesia de San Martín de Segorbe. Las obras robadas habían sido restauradas con motivo de la celebración de la Luz de las Imágenes, que tuvo lugar en Segorbe en los años 2001 y 2002.

El delegado de Patrimonio de la Diócesis de Segorbe-Castellón, Pedro Saborit Badenes, ha anunciado tras la entrega por parte de la Policía, que las obras serán repuestas a su lugar original.

ERIK EL BELGA ROBÓ EN SEGORBE

El pasado mes de junio falleció a los 80 años Erik el Belga --René van der Berghe--, uno de los mayor expoliadores de arte de España. Robó valiosas piezas, mantuvo en jaque a la Policía de medio mundo y en un libro publicado en 2012 --Por amor al arte (Planeta)-- describe cómo robó en iglesias de Castellón y cómo fue despistando a los agentes especializados en expolio de patrimonio. «De una colegiata prerrománica de Segorbe me llevé el cuadro de una santa de Sassoferrato del siglo XVI. También había una biblioteca, de donde saqué una bula del Papa Luna. Todo se lo vendí a un coleccionista de Sudamérica», reveló Erik el Belga.

El grupo de Patrimonio de la Policía adscrita a la Generalitat ya intervino hace unos tres años más de 30 obras falsificadas, la mayoría de diferentes artistas valencianos, valoradas en 160.000 euros. Uno de los cuadros falsos recuperados era del artista castellonense Juan Ripollés. En esta operación, que se prolongó durante medio año, fueron detenidas seis personas y otras 32 quedaron investigadas por delitos de estafa, contra la propiedad intelectual y robo.

Técnicos del Instituto Valenciano de Restauración y Conservación patentaron hace unos años un bastidor --gestado en Castelló-- para cuadros con un microsensor que vigila cualquier cambio y movimiento de la pieza.