La última publicación hecha por Sergio Folch en su cuenta de Facebook muestra con satisfacción su participación en su último encierro. «No estuvo nada mal la curva», decía el 12 de octubre. Entonces, no podía ni imaginar que a partir del día 28 su muro iba a llenarse de infinidad de mensajes de apoyo, escritos por gente muy preocupada por su salud, personas convencidas de que, haciendo mucha fuerza, podrán contribuir a mejorar su estado.

Porque Sergio permanece en la UCI del Hospital la Fe de València, luchando por superar las lesiones sufridas tras el aplastamiento que le provocó un toro de la ganadería de Adolfo Martín, en un fatídico accidente en el último encierro de la Fira d’Onda. Nada tuvo que ver con su pericia o su seriedad cuando se pone delante de unos cuernos. Este corredor, a pesar de su juventud, atesora una experienciaque le ha valido ganarse la fama de ser uno de los especialistas de la provinciaen esta modalidad taurina.

Pero hasta el más avezado de los aficionados está a merced de la suerte. Y el pasado 27 de octubre, la fortuna también patinó sobre el pavimento mojado perdiéndole la pista a quien la necesitaba más que nunca.

Cariño desde lejos

El próximo 14 de noviembre es su cumpleaños y son muchos los que esperan celebrarlo con él restablecido. Las personas más próximas guardan un respetuoso silencio a la espera de novedades que, como es lógico, su familia gestiona con discreción. Mientras, los mensajes se multiplican y llegan de lugares tan lejanos como Pamplona, donde le quieren bien. Tanto es así, que la peña Adarrundi Txokoa, conocida en les Alqueries por su colaboración en la organización de algunas exhibiciones en sus fiestas, no ha tardado en solicitar la intercesión de un experto en soltar capotes providenciales y salvar vidas en los encierros: San Fermín. Ante su altar hay una flor y un texto: «Hemos traído una rosa para pedirte que tienes que enviar toda la fuerza del mundo y toda la energía positiva a Sergio y su familia».

Una familia que, frente a una tesitura de semejante trascendencia, solo quiere incidir en que este estudiante de Auxiliar de Enfermería rehuye del protagonismo. Además de ser muy hogareño, practica deporte asiduamente y se hace de querer, como demuestran las redes sociales y la gran cantidad de apoyos que está recibiendo. Y pese a los reconocimientos de quienes ven en él un experto en estas lides, vive su afición por los encierros con discreción, con un bagaje aprendido en la mejor de las plazas, la pamplonica, donde guarda grandes amistades.

Y es que Sergio Folch es, por encima de todo, un corredor de encierros. En Pamplona, Onda, les Alqueries, la Vall d’Uixó, Almassora... Donde quiera que le lleve su afición. Donde quiera que haya seis toros bravos galopando en estampida vertiginosa, rodeados de gente expuesta que se alimenta de la adrenalina de sentir el bufido de un morlaco a su espalda. Así quieren volver a verle todos los que esperan que gane la carrera más importante de su vida.