Los incendios fueron remitiendo a lo largo de ayer en Cantabria gracias a las labores de extinción y a la llegada de la lluvia, lo que permitió al Gobierno regional desactivar su plan especial y que la Unidad Militar de Emergencias (UME) comenzara el repliegue de la comunidad autónoma.

El Ejecutivo cántabro considera que los casi 200 incendios que se han producido en la región desde el pasado jueves son provocados, lo que llevó al presidente, Miguel Ángel Revilla, a realizar continuos llamamientos para pedir a los ciudadanos que denuncien a los «desalmados» que los provocan. Revilla instó ayer, desde Ramales de la Victoria, una de las zonas más afectadas por los incendios, a estar alerta ante la vuelta del viento sur prevista para este próximo jueves. «Seguro que hay alguno, que si no ha conseguido culminar la fechoría, lo vuelve a intentar», avisa.

De momento hay dos hombres investigados por su presunta relación con dos incendios, uno de ellos interceptado por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil con un mechero «aún caliente» después de que se le viera prender fuego en la zona baja de un monte y cuando bajaba de su tractor.

Según el último dato facilitado por el Gobierno regional, ayer tarde había cinco incendios activos. Las lluvias, aunque no son abundantes, sí que se espera que sirvan para acabar con esos fuegos todavía activos.