Los tres marineros del barco Tío Antonio de Peñíscola, dedicado a la pesca de arrastre, tuvieron que ser rescatados a 10 millas de la costa de Orpesa después de que la embarcación se incendiara y hundiera. Fueron los tripulantes de un barco pesquero de la localidad los que los localizaron y los pusieron a salvo. Según indican fuentes de Salvamento Marítimo, a las 9.50 horas recibieron el primer aviso sobre la situación de esta nave, emitido desde la cofradía de Peñíscola. La alarma hizo que desplazaran desde Castelló la embarcación Salvamar Sabik, así como un helicóptero especializado en operaciones de rescate.

Sin embargo, los tripulantes del Blai, que también estaban faenando por la zona, se adelantaron y a las 10.28 comunicaron a los servicios de emergencia que los marineros del barco accidentado estaban a bordo de su nave. En las labores de rescate también participaron los ocupantes de L’Armos, quienes dieron indicaciones a Salvamento Marítimo sobre la localización exacta del buque incendiado, según concretaron las mismas fuentes.

FALLO DE MOTOR // Al parecer, los tripulantes del Tío Antonio se lanzaron al agua al producirse el incendio y se subieron a una balsa, donde esperaron a ser rescatados. Las primeras hipótesis apuntan a que fue un fallo en el motor de la embarcación el que causó el fuego, muy espectacular debido a una densa columna de humo que se distinguía a kilómetros.

A las 12.30 horas los tres hombres desembarcaron en el puerto de Peñíscola y fueron trasladados a un centro de salud, donde les hicieron un reconocimiento médico en el que comprobaron que no sufrían ninguna lesión. Todos pertenecen una familia con mucha vinculación al sector de la pesca en Peñíscola. El accidente ha provocado un hondo pesar entre los marineros de la localidad, entre ellos el patrón mayor, Miguel Castell, quien también es el presidente de la Federación de Cofradías de Pesca de Castellón.

OTRO CASO EL MES PASADO // En mayo, un accidente muy parecido tuvo un resultado más trágico. Ocurrió a 11 millas de Port de la Selva (Girona) y en aquella ocasión, a consecuencia de las llamas, murió una persona y resultaron heridas otras cuatro. Al igual que con el Tío Antonio, los marineros fueron rescatados por otra embarcación de pesca.

Se trata asimismo del segundo accidente que sufre una embarcación de arrastre de Peñíscola en el transcurso de unos pocos meses. Y es que en octubre del 2018, el Germans Peris encalló entre las rocas de la escollera cuando estaba a punto de entrar por la bocana del puerto con las capturas de la jornada. El barco, de fibra, quedó totalmente ladeado en el mar a consecuencia del violento impacto que sufrió.