Una llamada vecinal salvó ayer la vida de una perrita que permanecía encerrada en un coche, a pleno sol, llorando dentro de un transportín. El aviso lo dio una joven grauera a las 15.00 horas y, rápidamente, la Policía Local y los bomberos municipales se desplazaron al lugar y sacaron al can, al no poder localizar a los dueños del vehículo. La perrita ya está a salvo.