La Policía Nacional ha detenido a un joven de 20 años, por, presuntamente, hurtar a su vecina, una mujer octogenaria, aprovechando que su hija estaba trabajando. Para entrar al domicilio, le dijo que se había dejado las llaves y que si podría esperar con ella a que volviese su padre.

El 14 de enero, la hija de la víctima denunció en la comisaría de la capital el hurto. Al parecer, se percató de que, de su vivienda, le habían sustraído una caja con dinero en efectivo, y una gran cantidad de joyas, entre ellas una pulsera y seis juegos de pendientes.

En el momento de la sustracción, solo se encontraba en la vivienda su madre, de más de 80 años de edad. Al preguntarle por lo ocurrido, le contó que esa tarde, un vecino le dijo que había olvidado las llaves de su casa y que si podía quedarse allí mientras llegaba su padre y le abría la puerta, a lo que le dijo que sí. Al poco de llegar, le pidió usar el lavabo y el teléfono, lo que le permitió deambular por la vivienda. Pasado un rato, le indicó que se iba a ver si ya había llegado su padre.

YA LAS HABÍA VENDIDO // Con las primeras pesquisas para comprobar la autoría, los agentes recuperaron las joyas, que habían sido vendidas en una casa de compra y venta de oro. El joven cuenta con antecedentes policiales por delitos contra la propiedad. H