El ladrón esperaba a las víctimas en una zona mal iluminada del aparcamiento de diversos centros comerciales de Cataluña. El conductor estacionaba y se alejaba del vehículo usando las llaves automáticas para cerrarlo. Entonces este sospechoso pulsaba su inhibidor. Las ondas que emitía neutralizaban las de las llaves y el coche se quedaba abierto. Si el conductor no se percataba de que el coche no había confirmado el bloqueo con un sonido o con un parpadeo de las luces, entraba en la superficie comercial dejándolo desprotegido y en manos del citado caco.

Los Mossos d’Esquadra recibieron un aviso el martes que alertaba de la presencia de un sospechoso en el aparcamiento de un centro comercial. Los agentes lo sorprendieron in fraganti mientras estaba cometiendo un robo en el interior de otro coche. Las imágenes de las cámaras de seguridad permitieron, además, relacionarlo con dos golpes más cometidos recientemente en el mismo emplazamiento.

Los Mossos, durante el registro practicado en el vehículo del detenido, encontraron guantes, linternas, inhibidores y herramientas para abrir los vehículos. Después de pasar a disposición judicial el juez ha decretado su libertad con cargos.

Para prevenir cualquier robo en el interior de vehículos, la policía aconseja no dejar jamás objetos de valor -como teléfonos, documentación o ordenadores- a la vista. Este tipo de ladrones terminan escogiendo el objetivo en función de las cosas que pueden ver desde el cristal. Si divisan una bolsa de mano, es probable que rompan la ventana. H