«Lo han revuelto y destrozado prácticamente todo, para nada». Esta fue la confesión que hizo ayer el concejal del Ayuntamiento de Castellón, Enric Porcar, víctima de uno de los últimos robos que se están sucediendo esta semana en la zona próxima a las ermitas de Sant Roc de Canet y de la Magdalena en la capital.

En su caso, los ladrones destrozaron las rejas, las cerraduras, las puertas y revolvieron todos los armarios, arrancando cajones, buscando bajo los colchones, rebuscando en cada recoveco de la alquería que su madre conserva como segunda residencia para pasar unos días en verano en Sant Roc. «No tienen perdón y se da la circunstancia de que siempre se producen los robos, porque este no es un caso aislado, sino que viene siendo algo que se va repitiendo en el tiempo, cuando es la temporada de recogida de la naranja. No señalo a nadie, pero esto es una realidad», manifestó a Mediterráneo indignado.

A otros vecinos de su alquería les ha pasado lo mismo o parecido. Una vecina, quien prefiere mantenerse en el anonimato, explicaba que le había robado esta semana «una gran puerta de hierro de acceso al huerto. No sé cómo se la han llevado, porque tuvieron que usar un camión, pero esto ha ocurrido». Otro afectado señalaba: «Me han matado las gallinas y revuelto la alquería de arriba a abajo». Fuentes policiales apuntaban a una docena de robos esta semana en la zona.

El concejal Porcar recordaba con desconsuelo el episodio vivido hace tres años cuando los ladrones asaltaron su maset: «Mi padre, por el disgusto, sufrió un aneurisma de aorta en medio del huerto. No hay derecho».