Un vecino de Tales les debe la vida a los voluntarios de Protección Civil de la Diputación. Difícilmente olvidará el día en que, durante las fiestas del pueblo, gracias a su determinante intervención, lograron que no muriera atragantado.

El incidente en cuestión tuvo lugar tras la celebración de los toros de mediodía. Los voluntarios de Protección Civil se encontraban comiendo en un bar cuando, de repente, vieron entrar en el local a un vecino y una camarera de otro establecimiento cercano, que les alertaron de que una persona mayor de la localidad estaba en el suelo sin respiración.

De inmediato, desplazaron al bar donde se hallaba el anciano y no tardaron en comprobar que se encontraba tumbado y con la boca cerrada. Sus conocimientos en primeros auxilios y su indiscutible resolución, les llevaron a efectuar una maniobra controlada de apertura de la boca que les llevó a comprobar que tenía un objeto extraño en su interior. Resultó ser un trozo grande de carne que le obstruía la respiración. Actuaron con sangre fría, como se requiere en circunstancias tan delicadas. Siguiendo paso a paso las técnicas que les enseñaron en los cursos de formación específica en los que participan todos los voluntarios de Protección Civil antes de serlo, uno de ellos extrajo el obstáculo que le impedía respirar y logró que el hombre reaccionado de inmediato.

Cuando las asistencias sanitarias llegaron al bar, poco después, solo tuvieron que comprobar que se encontraba en buen estado, por lo que no fue necesaria ni su hospitalización, ni otro tipo de atención adicional.

Una conexión especial suele unir a rescatador y rescatado cuando la vida está en juego, posiblemente por ello, los integrantes de la unidad de Protección Civil decidieron llevar al anciano hasta su casa, ya que se desplaza en silla de ruedas. Les acompañaron varios familiares, muy afectados por el incidente, aunque aliviados y muy agradecidos por la feliz resolución.

OTROS CASOS SIMILARES / Este es el cuarto suceso de estas características que haya trascendido que se produce en la provincia este año. A principios del 2017, el Seprona salvó en Burriana a una mujer en similares circunstancias, poco después de que la Policía Local de Almassora impidiera que se atragantara un anciano en el municipio. El último caso fue el que se produjo en Vinaròs el pasado mes de abril. Los agentes acudieron a una llamada muy similar a la de Tales y a su llegada al bar de referencia, encontraron a un hombre de 70 años inconsciente sobre una mesa. En todos estos casos se demuestra que saber cómo actuar no solo da seguridad, sino que salva vidas.