La Policía Nacional, con la colaboración de agentes de Rumanía, Suiza, República Checa y Reino Unido, desmanteló una organización internacional que explotaba sexualmente a mujeres de nacionalidad rumana a las que engañaba con falsas relaciones amorosas para salir de su país y que eran obligadas a prostituirse y vendidas a proxenetas por 6.000 euros. Seis de las catorce detenciones fueron en la provincia de Valencia, donde la policía liberó a cuatro víctimas.

Las víctimas eran captadas mediante el método conocido como lover boy, que consiste en establecer una supuesta relación sentimental para crear una gran dependencia en la mujer una vez alejada de su familia. La manipulación era tal que las mujeres creían no poder vivir sin sus explotadores y soportaban humillaciones y agresiones, según fuentes policiales. Finalmente, eran trasladadas desde Rumanía a diferentes países de la Unión Europea, donde eran obligadas a ejercer la prostitución.

Las investigaciones han permitido destapar esta red con la detención de catorce personas. Asimismo, fueron liberadas diez mujeres.